La verdad yo nunca entendí muy bien la función recaudatoria de la SGAE y mucho menos que esa recaudación sea cada vez que, por ejemplo, escuchas una canción.
Cuando compras un disco, pagas el famoso canón de autor, cuando luego reproduces ese disco en tu local o en una radio vuelves a pagar el canón.
Cuando una comision de fiestas contrata a una orquesta, tiene que pagar el canón y despues cuando la orquesta se dispone a actuar, también tiene que pagar.
Es decir se paga hasta el infinito y más allá.
Y ahora, vemos que los mandamases de tan espléndido negocio, hacían SUPUESTAMENTE, SU NEGOCIO CON LO RECAUDADO.
Qué hacemos con ellos? No lo sé, lo que si sé es que espero que de una vez y por todas el gobierno tome cartas en el asunto y ponga un poco de orden, en semejante despiporre.
Si hay que pagar un canón de autor que se le pague a un organismo oficial y que se pague, eso sí, una sola vez.
Luego ese organismo que lo reparta entre los autores de forma justa y que sea capaz de hacer entender a los ciudadanos, de que ese impuesto es justo y necesario.
Mientras veremos como continua la saga de la SGAE.
jueves, 7 de julio de 2011
Suscribirse a:
Entradas (Atom)